3 oct 2007

Ups

Como quien no quiere la cosa

Un sanguchito es como un aeroplano, pero con alas más grandes. Cuesta comerse el globo, pero lo más importante es que una buena porción de helio comente lo importante que es llevarse un buen billete a casa. De hidráulica nada, claro.

Como si esto fuera poco, la anterior intimación de mi casera produjo que tuviera que dejar de tener una ternera. La comezón comenzó el comienzo. Siempre cambiando de canal, claro.
Tuve que hablar con el colectivero. En Santa Fe no manejan tan mal, ni son tan hijos de puta como en Buenos Aires. Pero los colectivos andan mucho peor.

De cualquier manera, prefiero el azúcar en terrones duros. Tiene exactamente el mismo gusto, pero es mucho más rica, debo decir.