20 oct 2008

No está nomenclado

Nos reiamos con eso. Empezamos a hablar y nos olvidamos. De los muchachos, cuatro bajaron a desenmascarar la fehaciente habladuría anárquica, injustamente detenida por censores sensores del peligro hacia la estructura piramidal e imbatible.

Básicamente, todo quedó en evidencia. Supuestamente, no tenemos nada que ver con esto. Siempre ponen policías en la puerta, las gaseosas son gratis, los cigarrillos también, máscaras! Hablamos de máscaras!

No eran cocaleros, eran... Mirá vos, están todos locos. Yo llegué a pensar que iba a matarnos. En realidad, era todo una representación, caras de extraviado y nunca supimos si la verdad era lo que nos hicieron creer.

Esa fue siempre una de sus principales virtudes.

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